Real Alcázar de Sevilla
El Real Alcázar de Sevilla ha sido declarado como un Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 1.987, ya que se trata del palacio en uso más antiguo que hay en toda Europa, teniendo orígenes que se remontan hasta el siglo XI, momento en el que los musulmanes construyeron una fortaleza estratégica en Sevilla. Motivo por el que el Alcázar está protegido por una muralla, además de que está formado por distintos jardines y palacios, los cuales proyectan las distintas épocas históricas por las que ha pasado el Real Alcázar de Sevilla.
Teniendo en cuenta lo anterior no es tan complicado entender por qué el Real Alcázar de Sevilla tiene una gran variedad de estilos, uniendo elementos que podemos encontrar en el arte gótico, musulmán, barroco, renacentista o romántico, además de que también se puede encontrar una mezcla entre la cultura cristiana y la musulmana, lo que hace que tenga una estética única y muy especial.
Table of Contents
Alcázar de Sevilla: Historia
La posición en la que se construyó fue muy importante, ya que se encuentra en el último punto navegable del río para las embarcaciones, por lo que siempre tuvo una gran importancia demográfica y política.
La civilización de los Tartessos se encontraba en la Sevilla de los íberos (Ispal) para el año 700 a.C., para después convertirse en Hispalis al ser conquistada por los romanos en el año 200 a.C. y luego en Isbiliya musulmana cuando se llevó a cabo la invasión árabe en el año 711 d.C.
Fue en el siglo XI cuando el Real Alcázar de Sevilla llegaría a la historia, siendo una fortaleza que se había construido a las orillas del Guadalquivir para proteger la plaza y la vivienda del rey musulmán, así como la Administración. Desde ese momento Sevilla y el Alcázar fueron evolucionando por igual, siempre reflejando los cambios de los monarcas que llegaron a vivir dentro de sus muros, quienes admiraban lo que había sido construido por los antecesores, pero seguían construyendo para dejar su marca.
Gracias a la admiración que tenía sobre todos los monarcas que llegaban a él fue que consiguió perdurar hasta ser lo que podemos encontrar hoy en día como el Real Alcázar de Sevilla, una construcción compleja y hermosa que reúne vestigios de distintas épocas, desde el Califato hasta la actualidad, por lo que sus muros han sido testigos de muchos cambios históricos dentro de la historia de Sevilla y de toda España.
¿Qué se puede ver en Real Alcázar de Sevilla?
El Alcázar tiene bastante que ofrecer, por lo que repasaremos algunos de los lugares más interesantes que tienes que ver si lo visitas:
Patio del Yeso
Los musulmanes pasaron ocho siglos en la península ibérica, tiempo suficiente para que dejaran gran legado tras de ellos. En el siglo XII los bereberes, que provenían de Marruecos, ocuparon Sevilla, específicamente la casta de los almohades, que crearon un gran imperio al norte y al sur de Gibraltar con el objetivo de recuperar las raíces del islam.
De esta forma Sevilla se convirtió en la capital de su imperio dentro del territorio europeo. Tras instalarse en el Alcázar, crearon una retícula de palacios independientes en los que se albergarían a los estamentos privilegiados. Entre estas nuevas residencias se construyó una que recibiría el nombre de “Palacio de Yeso” durante la época cristiana.
Esta nueva edificación estaba conformada por un palacio central y dos galerías, una de las cuales se conserva en el flanco suroeste. Es una gran demostración de arquitectura musulmana del siglo XIV, por lo que realmente vale la pena visitarla.
Palacio del rey don Pedro
Durante la segunda mitad del siglo XIV, el rey de Castilla, Pedro I el Cruel, también era un gran admirador del arte y la cultura islámica, pero además él se rodeaba de consejeros musulmanes y judíos, llegando a firmar un pacto con el sultán nazarí de Granada para poder defenderse de sus rivales.
Gracias a las actitudes culturales y religiosas que tenía Pedro I se puede ver el Palacio del rey don Pedro con un estilo islámico muy integrante.
Al ser un gran amante de la cultura islámica, Pedro I apreció muy bien el legado que habían dejado los musulmanes en el Alcázar, llamando a artesanos y artistas árabes y bereberes de Toledo y Granada para que construyeran su palacio entre los años 1364 y 1366 siguiendo los cánones de arte mudéjar, un estilo español que se combinó con otras culturas que convivieron en la península durante ocho siglos.
La mezcla de culturas se ve claramente reflejada en la edificación y en el hecho de que se puede leer una epigrafía que dice “¡Gloria a nuestro señor el sultán Pedro!, ¡que Alá le proteja!”.
Cuando el palacio fue construido, este se convirtió en la residencia de los reyes de Castilla y después de España, siendo uno de los edificios más impresionantes que se pueden encontrar en el Real Alcázar de Sevilla.
Palacio Gótico y patio del crucero
El Palacio Gótico que encontramos en el Alcázar es uno de los más llamativos y hermosos. Su historia comenzó en el año 1248 con Fernando III, rey de Castilla que conquistó Sevilla y que tuvo muy poco tiempo para disfrutar de ser dueño del Alcázar, ya que murió ahí unos cuantos años más tarde tras de su conquista.
Así, Alfonso X el Sabio, sucesor de Fernando III, compartía con su padre una gran admiración por el arte islámico y por este motivo le encantaba Sevilla. Sin embargo, el gran palacio que habían construido los califas almohades no se adaptaba mucho al estilo de vida de Alfonso y a su corte.
Fue así como Alfonso X decidió construir su propio palacio dentro del Alcázar, eligiendo el estilo gótico que había llegado de Francia unas cuantas décadas antes. El palacio tendría los ámbitos cristianos con estancias altas y espaciosas en los que se mostraban una clara jerarquización de las estancias del palacio, muy diferente a los ambientes musulmanes que eran relativamente reducidos y con una altura moderada, hechos especialmente para preservar la intimidad.
En aquella época las formas góticas ya se encontraban muy ligadas e identificadas con el cristianismo y con todo lo que representaban las cruzadas. De esta forma, la elección de Alfonso X de crear su palacio con un estilo gótico serviría para dejar una prueba del triunfo del Occidente Cristiano sobre el islamismo.
Así, el rey de Castilla hizo que los canteros que habían trabajado en las naves de la catedral de Burgos fueran a Sevilla para edificar su nuevo palacio junto a los restos del palacio de los almohades.
Jardines del Real Alcázar de Sevilla
Cuando dominaban los musulmanes el alcázar tenía una gran zona que estaba destinada a corrales y a huertas, la cual proporcionaba alimentos frescos para todos los miembros de la corte y daba espacios que también servían como una mejora estética para los jardines.
En este jardín se cuidaban todos los detalles para que se pudiera disfrutar de un gran placer sensorial, por lo que estaba repleto de flores aromáticas y perfumadas, así como árboles que estaban ordenados siguiendo pautas geométricas, además de que usaban el agua estancada como un espejo y se instalaban surtidores y fuentes para que el agua creara sonidos relajantes en los jardines.
Un detalle interesante que se debe de tener en cuenta sobre las huertas del alcázar es que esas también estaban alineadas con las ideas del Corán, en el que el paraíso es identificado como un hermoso jardín, por lo que también se buscaba proporcionar un espacio perfecto para la meditación.
Tras la conquista cristiana sobre Sevilla, y sobre todo después del reinado de Carlos V, las huertas musulmanas comenzaron a perder la configuración que tenían y se adaptaban a los nuevos gustos de la corte.
Con el pasar de los años se fueron realizando distintas remodelaciones al Real Alcázar de Sevilla, sobre todo durante el siglo XVII y XX, creando un conjunto único en toda Europa, en el que se puede apreciar una gran combinación de arquitecturas e ideales religiosos.
Casa de la Contratación
De forma paralela a la construcción que se estaba realizando sobre el palacio del rey don Pedro, también se abrió dentro del Alcázar un espacio en donde antes habían sido construidas las residencias de los reyes taifas de Sevilla. Así, la zona se convirtió en el punto de encuentro de los nobles antes de que salieran de cacería, motivo por el que la zona recibió el nombre de patio de la Montería.
Fue hasta el siglo XVI cuando los Reyes Católicos fundaron la Casa de la Contratación de las Indias, por lo que el patio se convertiría en un centro dentro del Alcázar. En el año 1504 la Casa de la Contratación pasaría a ocupar el frente meridional del patio, creándose con el fin de dirigir los movimientos comerciales hacia América, ya que la conquista había comenzado 11 años atrás.
De esta forma, la Casa de Contratación de las Indias fue el centro logístico para la conquista de América, tarea que incluía el control de las mercancías que llegaban a Sevilla.
Estas son algunas de las edificaciones y áreas más importantes dentro del Real Alcázar de Sevilla, aunque es cierto que hay mucho más por conocer.