Barrio de Triana Sevilla
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Origen e historia del Barrio de Triana
Triana es un barrio típico de Sevilla, que se localiza junto al río Guadalquivir (ese ya mítico río español), y que hoy en día es uno de los once distritos de la ciudad.
Tradicionalmente asociado al flamenco, a la marina de las Indias, a la cerámica, a los gitanos, mulatos y judíos conversos con la presencia de la sede central de la Inquisición, y posteriormente asociado al desarrollo industrial en el siglo XIX y principios del XX.
Actualmente, el barrio de Triana se ha convertido en uno de los lugares más exclusivos y caros de la ciudad. Está cerca del centro histórico y es muy visitado por los turistas, ya que su arquitectura tradicional, y las casas de tablao, flamenco y sevillanas son puntos de interés que no te debes perder en una visita a la ciudad.
Un ejemplo es el pueblo del barrio de Triana en los tiempos dorados de Sevilla. Mientras la ciudad florecía, su pedazo pobre, apartado del esplendor por las aguas del Guadalquivir, trabajaba febrilmente en las ramas de la cerámica, carpintería, fábricas de azulejos y talleres para asegurar el creciente fausto de la otra orilla del río.
Origen del flamenco
Cuna del Flamenco, morada de marineros y artesanos, refugio de gitanos y pobres de la ciudad, Triana forjó gran parte del alma de Sevilla. El barrio ha cambiado, pero esa historia sigue ahí y puede ser reencontrada en una visita.
El visitante adinerado que llegaba a Sevilla del siglo 17 quizás sólo tenía dos razones para cruzar el Guadalquivir en dirección a la arrabal de Triana: contratar a una tripulación u ordenar a quien manejara una daga de alquiler. Hoy en día, la lista de atracciones es bastante larga.
Vinculada a la pujante Sevilla por un puente de balsas (el puente Isabel II, o Puente de Triana, no se construiría hasta mediados del siglo XIX), Triana era la tierra de los desheredados, de artesanos pobres, de marineros y soldados rasos y de los gitanos; es decir, de los alejados de las bondades del comercio y de las riquezas de la aristocracia.
El pueblo de Triana era gente que se amontonaba en corrales y se divertía en los tablones, tabernas y prostíbulos que abundaban en el área. Quien lo vea hoy, no lo creerá; ya que se ha vuelto una de las zonas más pudientes de Sevilla.
El Barrio Triana en la época contemporánea
El Barrio Triana del siglo XXI es un barrio trabajador, de nivel económico medio y bien cuidado, donde predominan los caserones del siglo XIX (perfectos para tomar la foto del recuerdo). Sin duda te encantará pasear allí, sin duda, una buena alternativa para hospedarse en un viaje, en contraposición con el área de la Catedral de la Giralda y del barrio de Santa Cruz.
Además, la bohemia y los tablados de Flamenco permanecen a Triana, pero la renta per cápita de la zona ha aumentado un poco.
El barrio de Triana, en Sevilla, también fue sede de la Universidad de Mareantes, organización que representaba los intereses de armadores, capitanes y pilotos y formaba marineros para la «carrera de las Indias, esa “competencia histórica”, entre España y Portugal.
Un plan de reurbanización, en los años 70 del siglo 20, acabó con la mayoría de los corrales, pero no le quitó a Triana la cara de lugar donde vive gente del pueblo.
Los gitanos, decisivos para la formación de la identidad trianera, también se han trasladado a otros lugares.
Pero la Capilla de los Marineros sigue allí, en la Calle Pureza, recordando una de las más grandes vocaciones del pueblo de Triana. Como cierto marinero, Rodrigo, que partió de allí para ser el primer hombre europeo en ver la Tierra del nuevo Mundo, desde lo alto de la carabela conocida como la Pinta, en 1492.
El Museo de cerámica de Triana, inaugurado a finales de 2013
La tradición de la cerámica también persiste y el barrio acaba de ganar un museo dedicado a ese arte en la antigua fábrica de cerámicas Santa Ana.
El azulejo de Triana tiene siglos de renombre, con dibujos y técnicas muy característicos.
Para tener una idea de la importancia y la excelencia de las piezas producidas por los artesanos ceramistas de Triana. Vale la pena ver la hermosa exposición permanente que está montada al lado de los apartamentos reales, en el Alcázar de Sevilla, donde hay varios ejemplares antiguos producidos en el barrio para adornar el Palacio. También te gustará El Paseo de Nuestra Señora de la O, a orillas del Guadalquivir, a la sombra del antiguo castillo que sirvió a la Inquisición.
No todos los recuerdos de Triana son tan hermosos como sus azulejos. En el siglo 15, el barrio fue el escenario de la «inauguración» del Tribunal del Santo Oficio, la Inquisición, en España.
Un poco de historia andaluza
Los Reyes Católicos Isabel de Castilla y Fernando de Aragón eran jóvenes, acosados por potencias extranjeras y cuestionados en el derecho al trono del país que intentaban unificar.
La salida fue cortejar la fe, comprometiéndose en una última cruzada contra los moros y autorizando la instalación de la Inquisición en 1482, diez años antes de derrotar a Granada, último reino musulmán y completar la reconquista cristiana de la Península Ibérica.
El lugar elegido como cuartel general de la Inquisición fue el Castillo de San Jorge, en la orilla trianera del Guadalquivir.
El Castillo de San Jorge fue sede de la Inquisición mientras que hoy el lugar alberga el Mercado de Triana.
Hoy, sobre los vestigios de la fortaleza del Santo Oficio, funciona un mercado. La orilla del río, pisada por tantos condenados camino a los autos de fe de la Inquisición. Este sitio dio lugar a uno de los lugares más plácidos de Triana, El Paseo de Nuestra Señora de la O, perfumado por los naranjos y lleno de banquillos. Sin duda, un sitio ideal para quien sólo quiera sentarse y contemplar la belleza de Sevilla, al otro lado del río.
El Callejón de la Inquisición, por el que circulaban soldados y prisioneros, hoy parece sólo una calle tranquila y sin nada notable, si bien los historiadores seguramente lo amarán.
Las calles del Barrio Triana
En la Triana de hoy hay muy poco en piedra y cal para evocar la memoria del Siglo de Oro (el apogeo del Imperio español). Probablemente porque el oro y el esplendor de aquel tiempo pasaban lejos de la fisonomía y de la vida del barrio. Concentrados en la otra orilla del Guadalquivir.
La Iglesia de Santa Ana, la más antigua de Sevilla, tal vez sea el único monumento del Siglo de oro aún en pie en Triana, donde la mayoría de las construcciones de la época eran mucho más precarias.
Detalles de la fachada de la Iglesia de Santa Ana, en el Barrio de Triana
Conocida como el Mechero, la Capilla Del Carmen, sobre el Puente de Triana, es uno de los hitos del barrio (un emblema turístico de la ciudad)
Pero el caminar por las calles de Triana es fundamental para entrar en contacto con el alma de Sevilla.
Si es cierto que la esencia de un lugar es su pueblo, el Barrio de Triana es la esencia sevillana, ya que es «una Sevilla» en miniatura, donde se pueden experimentar multitud de sensaciones en un único barrio.