Baños árabes Sevilla
Los baños árabes Sevilla son los mejores de España por la gran conexión de la cultura andaluza con la musulmán durante siglos.
Los baños árabes, conocidos también como hammam, es un tipo de baño de vapor popular entre los musulmanes para limpiar el cuerpo y a la vez relajarse. Además, es una buena manera de compartir con otras personas.
Los baños árabes también se les llama baños turcos, y no solamente se trata del baño como tal, sino también destacan los edificios en los que se encuentran, ya que son elementos arquitectónicos característicos de la cultura del Medio Oriente.
Sevilla, gobernada durante años por árabes, tenía bastantes baños turcos, pero conforme pasó el tiempo fueron desapareciendo. Afortunadamente, todavía existen algunos lugares que han sido restaurados para disfrutar de un baño de este tipo.
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¿Qué son los baños árabes?
Los baños árabes son un tipo de baño muy popular en Medio Oriente para limpiar el cuerpo, relajarse y también compartir con otras personas.
Los hammams son lugares que tienen una fuerte conexión con las mezquitas, ya que son considerados por los musulmanes como sitios religiosos y en los que se pueden eliminar todo tipo de impurezas.
El islam es una religión muy rigurosa, por lo cual es necesario que los creyentes eliminen todas las impurezas que se encuentren en su cuerpo para que su espíritu se limpie. Eso se debe realizar antes de hacer la oración, por lo cual los baños se encargan de su purificación.
Antiguamente, los hammams eran exclusivos para hombres, ya que el islam es muy estricto con las mujeres y les impide realizar ciertas actividades que en Occidente son comunes. Sin embargo, en los baños árabes de Sevilla ambos sexos tienen la posibilidad de ingresar; eso sí, en distintos horarios.
Historia de los baños árabes
Los baños turcos son una evolución de los antiguos baños romanos y se popularizaron en el creciente mundo islámico de la Edad Media.
Los baños romanos llegaron a Oriente Medio como consecuencia de la gran expansión que tuvo el Imperio romano. Además, cuando el Imperio se dividió en dos, la parte oriental siguió conservando la mayoría de tradiciones de Roma.
En algunos lugares de Europa, sobre todo en las ciudades gobernadas por árabes, los baños turcos eran edificios normales y se utilizaban constantemente. No obstante, Isabel la Católica decidió cerrarlos, porque según ella, en ese tipo de lugares se realizaban prácticas homosexuales.
En Oriente, los baños se popularizaron nuevamente con la llegada del Imperio otomano, recuperando la tradición de que los creyentes se debían bañar para purificarse antes de entrar a las mezquitas. En la mayoría de ciudades gobernadas por los otomanos se construyeron edificios de esa clase.
Este tipo de baños regresó a Europa gracias a los constantes viajes de europeos al Imperio otomano, donde los descubrieron e intentaron llevar la idea a sus países. Por eso, se popularizaron a mediados del siglo XIX, más exactamente en la época victoriana.
Durante los últimas décadas, en Occidente, los baños turcos han recuperado su popularidad, puesto que es una actividad de relajación. Sin embargo, respecto a la espiritualidad, solo en el mundo árabe se mantiene.
Los mejores baños árabes de Sevilla
La comunidad autónoma de Andalucía es la región en la que más baños árabes existen de España, sobre todo en su capital, Sevilla. En los siglos pasados la gobernaron musulmanes, quienes dejaron tradiciones que todavía se siguen conservando.
Lo cierto es que con el tiempo los baños turcos originales desaparecieron, pero en los últimos años han sido adecuados algunos para que los turistas puedan conocer más sobre este tipo de prácticas y los edificios en los que se hacían. Además, también es posible tomar un baño árabe en estos sitios para limpiar el cuerpo.
Algunos hammams de Sevilla intentan emular la distribución y estética de los baños turcos de siglos pasados. Eso garantiza que quien visite estos lugares se transporte, por ejemplo, al antiguo Imperio otomano.
En los baños turcos de Sevilla es normal encontrar una tetera llena de té con hierbabuena, ya que es algo común en los países árabes. Asimismo, es posible encontrar en la mayoría servicios de masajes y aromaterapia.
Los edificios en los cuales funcionan los baños árabes suelen poseer un conjunto de cúpulas que los identifican de otras instalaciones similares.
Respecto a la ropa que deben llevar los visitantes, solamente es aconsejable tener un vestido de baño. Sin embargo, en países como Marruecos, los hombres deben cubrirse la cabeza dentro de los baños para poder utilizarlos y en ese tipo de lugares también es común encontrar instalaciones dedicadas al mantenimiento de las barbas y bigotes.
Aire de Sevilla
Es unos de los baños árabes más importantes de Sevilla y cuenta con una extensión de 1200 metros cuadrados para que los visitantes aprendan y practiquen la tradición árabe. Se encuentra ubicado en el barrio de Santa Cruz.
Sin embargo, para disfrutar de este baño turco es necesario cumplir con algunos requisitos, como lo son guardar silencio o recogerse el pelo largo. Además, es necesario hacerlo por turnos.
En Aire de Sevilla es posible encontrar una terma de agua salada, un hammam y una sala de chorros. Cada una destaca por ser muy relajantes, una característica que siempre deben tener los baños árabes.
El recorrido por el baño turco tiene una duración de una hora y media, tiempo en el que se puede observar las diferentes salas. Asimismo, tras haberlo realizado, los visitantes tienen la opción de escoger un tratamiento especial, como, por ejemplo, un masaje relajante o un exfoliante.
Medina Aljarafe
Los planes que ofrecen los baños árabes Medina Aljarafe se pueden disfrutar en solitario o también entre dos personas. Igualmente, las salas están recreadas en ambiente antiguo, lo que garantiza disfrutar de una gran experiencia.
Entre las salas que ofrece Medina Aljarafe se encuentran una sala de relajación y masajes, un espacio para el circuito termal y otros espacios. En general, es un lugar que ofrece muy buenos beneficios para los visitantes.
Los baños de este sitio se encargan de combinar el frío, calor y vapor a la perfección para crear una temperatura ideal. Los efectos terapéuticos del vapor son muy conocidos y permiten que las personas sean más ligeras y ágiles.
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